Hora de soñar
La joven viuda Lucy Lang solo buscaba un hombre agradable y decente. Alguien que cortara el cĂ©sped, se encargara de la barbacoa y enseñara a sus futuros hijos a jugar al fĂștbol. Pero, sobre todo, alguien que no le alterara lo mĂĄs mĂnimo el corazĂłn, ni ninguna otra parte de su cuerpo. Lucy no podĂa arriesgarse a otra pĂ©rdida mĂĄs. De modo que no le quedaba otro remedio que despedirse de Ethan, su ardiente y completamente inapropiado amigo con derecho a roce, y buscarse un hombre con el que pudiera casarse.
El problema era que Ethan Mirabelli no pensaba marcharse a ninguna parte. En su opiniĂłn, lo que ella necesitaba lo tenĂa justo ante sus ojos. Pero ÂżserĂa capaz de convencerla de que su amor podrĂa durar eternamente?
Todo lo que siempre quiso
Cumplir treinta años tenĂa sus pros y sus contrasâŠ
A Callie Grey, el hecho de asumir su edad la obligaba a reconocer que su novio y a la vez jefe le debĂa desde hacĂa mucho tiempo una proposiciĂłn de matrimonio. Y, tambiĂ©n, a darse cuenta de que esa proposiciĂłn no iba a llegar nunca, porque, de repente, Mark le anunciĂł que se habĂa comprometido con otra.
Callie, con tal de llamar la atención de Mark, empezó a salir con el veterinario del pueblo, que, aunque estaba soltero y sin compromiso, no era demasiado cålido ni agradable. ¿Qué importaba que Ian McFarland estuviera mås cómodo con los animales que con las personas? Ella decidió que era hora de que Ian hiciera unas mejoras en su personalidad.
Pero, por muy poco que la impresionara, cabĂa la remota posibilidad de que se enamorara del soltero menos atrayente de todo VermontâŠ