Hace tres noches que el colectivo pasa sin abrir la puerta. Con esa frase clara, serena, pero sin dudas, inquietante, comienza la primera novela de la escritora cordobesa Eugenia Almeida (1972). La historia cuenta que en un pequeño y tranquilo pueblo de provincias, a mediados de los setenta, el colectivo deja de parar. A medida que el tiempo pasa, comienza a haber todo tipo de conjeturas. La alteraciĂłn de la rutina evapora la armonĂa, la hipocresĂa se resiente, y salen a la luz envidias, penas y temores tantos años acallados. El chivo expiatorio son una pareja de jĂłvenes que llegaron de la ciudad y estĂĄn de paso en el hotel. Son un cuerpo extraño en ese lugar, y son quienes mĂĄs se desesperan por no poder abandonarlo. QuizĂĄs es pura impaciencia, aunque en verdad parecen tener muy buenas razones para querer huir rĂĄpidamente de allĂ.