¿Quién se robó las historias? Solo dos valientes podrán recuperarlas.
Una mañana, los habitantes del pueblo despertaron desconcertados: no quedaba ninguna historia: no había canciones ni cuentos ni anécdotas. Nada de nada. Las buscaron en las calles, en el bosque y en todos los rincones, sin mucho éxito. Solo dos valientes, una niña y una abuela, se atrevieron a recuperar la identidad y la esperanza.