En una casa destartalada de la nueva capital del reino, Madrid, Luzia Cotado usa magia para sobrellevar sus interminables días trabajando como sirvienta en la cocina. Pero cuando su señora descubre la habilidad secreta de Luzia para conseguir pequeños milagros, le exige que use ese don para mejorar la posición social de la familia. Lo que comienza siendo un simple entretenimiento para la aburrida nobleza se vuelve peligroso cuando Luzia atrae la atención de Antonio Pérez, el secretario del rey de España. Tras la derrota de su armada, el rey está desesperado por conseguir alguna ventaja en la guerra contra la reina de Inglaterra. Y Antonio, cuya reputación ha sufrido un tremendo revés, no se detendrá ante nada para recuperar el favor del rey. Decidida a aprovechar esta oportunidad para mejorar su vida, Luzia se sumerge en un mundo de videntes y alquimistas, de hombres santos y estafadores, donde la línea entre la magia, la ciencia y el fraude nunca está clara. Pero a medida que su fama crece, también aumenta el riesgo de que su sangre judía la condene a la ira de la Inquisición. Para sobrevivir deberá hacer lo impensable: valerse de la ayuda de Guillén Santángel, un familiar inmortal un poco amargado que guarda secretos que podrían resultar letales para ambos.
3.8
Paquita
10/24/2024
Una novela histórica muy interesante y que habla de la intolerancia, pero también de la inteligencia, el amor, la magia. Muy bien documentada. Muy recomendable
Nath
10/6/2024
Lo amé ♥️♥️♥️
Alber-to
8/16/2024
Vi el video trailer (o algo así) que Hidra hizo para la publicación de este libro y la verdad estaba seguro que me iba a encantar, sobre todo que iba a ser la primera vez que leyera a esta autora tan famosa. Lamentablemente no fue así, no puedo decir que no me gustó o me parece malo, pero no cumplió con las expectativas. A lo largo de todo el libro mi pensamiento era "esto que pasa es interesante, pero no me engancha como tal, está bien, pero debe haber algo más impactante más adelante". La historia me entretuvo, me gustó, pero hasta ahí. Aunque bueno, en parte se debe a las altísimas expectativas que tenía.