Según la mitología, Procusto era un posadero que secuestraba a los viajeros y les torturaba si no cabían a la perfección en una cama especial que tenía preparada. Nadie nunca se ajustaba a sus medidas.
Cada aforismo incluido en este libro es un lecho de Procusto que ejemplifica nuestra actitud ante lo desconocido: los humanos, frente a los límites de nuestro conocimiento, resolvemos la tensión categorizando y encajando la vida y el mundo en ideas genéricas, categorías reductivas y términos específicos. Pero solo hemos creado una ilusión reconfortante. Cuando abracemos lo inesperado y aceptemos lo que no sabemos, podremos ver el mundo tal como es.
Combinando su agudo ingenio y su potente sabiduría, Taleb hace añicos las ilusiones humanas y confronta los valores clásicos del valor, la elegancia y la erudición frente a las enfermedades modernas de la ñoñería, el filisteísmo y la falsedad.
Divertidos e irreverentes, estos aforismos nos desvelan los autoengaños con los que convivimos, pero que nunca antes habíamos reconocido.