Este libro ofrece un recorrido por la mansión del pensamiento africano, desde sus fundamentos milenarios hasta sus modificaciones en los últimos siglos de agitación esclavista y moderna. Según el autor, el pensamiento es una cualidad específicamente humana que cada cultura ha desplegado de forma particular; ningún pueblo puede avanzar ni llegar a cierta plenitud clásica si se apoya exclusivamente en modelos de pensamiento ajenos, lo que le lleva a afirmar que la enfermedad principal del África contemporánea es justamente el servilismo teórico de sus dirigentes hacia la política, la economía y la filosofía occidentales y a proponer la recuperación del pensamiento integrador africano, claramente diferenciado de la dialéctica (oposición irreductible de contrarios) que desde Aristóteles preside la filosofía europea. Así, en estas páginas se da la palabra a los pensadores africanos, aquellos que se apoyan en la antigua metafísica, en las grandes cosmologías y en el respeto por el animismo, porque son hoy los únicos pensadores que hacen frente al modelo moderno, impregnado de individualismo insolidario y de progresismo destructor. Son ellos los que hoy empiezan a imponerse como única ruta para la superación de ese modelo global en el que la humanidad avanza hacia el desastre climático y social, los únicos capaces de ofrecer perspectivas para África y de romper con la “eurofilosofía” y con su incapacidad para convivir con el mundo.