Me he ganado cada uno de mis billones de dĂłlares por mĂ mismo. Soy calculador, astuto, y el mejor en lo que hago. Lleva tiempo y dedicaciĂłn construir algo como lo que tengo. Y eso no deja tiempo para el amor, ni para novias ni para relaciones de
ningĂșn tipo.
Pero no me malinterpretes: no soy un monje. Comprendo la atenciĂłn y la concentraciĂłn que hay que tener para seducir a una mujer guapa. Son las mismas habilidades que utilizo para cerrar grandes negocios.
Pero todo eso empieza y acaba en una sola noche. No soy el tipo de tĂo que manda flores. No soy de los que llama al dĂa siguiente.
O eso pensaba hasta que una guapĂsima heredera, ademĂĄs de impaciente y mordaz, irrumpiĂł en mi vida.
Cuando Grace Astor pone los ojos en blanco por algo que he dicho, lo que quiero es abrazarla bien fuerte y mostrarle lo que se ha estado perdiendo hasta ahora.
Cuando hace una broma a mi costa, solo quiero cerrarle esa boca descarada con mi lengua.
Y cuando se marcha con un simple adiĂłs justo despuĂ©s de que hayamos follado, lo Ășnico que quiero es restregarle en su cara los tres orgasmos que acaba de disfrutar.
Ella serå una princesa, pero yo le voy a dejar claro quién manda en este dormitorio de Park Avenue.
Jessica
8/29/2023
đ„°
Mireia
3/24/2023
Preciosa historia, de como dos personas de mundos distintos coinciden y se recomponen la una a la otra.
Esther
1/28/2023
3.8 me gustĂł mucho ligero para salir de un bloqueo lector