Ella será mi mujer:
"—Comprenderás —decía ahora el padre que creía calar en la mente de su hija— si te casas con Luis, suponiendo que un día termine el peritaje y pueda mantenerte, nosotros no te podremos ayudar mucho. Todo es muy bonito en principio. El amor, la pasión, el viaje de novios. Pero cuando regreses a casa y observes que te falta lo más esencial y que tu nuevo hogar no es este palacete y no tienes a quién pedir el vestido planchado y los zapatos limpios, empezarán los problemas y el amor se irá al traste detrás de las incomodidades.
Olga Monterrey estaba esperando que sacaran a colación a Gonzalo Pinilla.
Pero aquella tarde, al menos de momento, sólo se metían con Luis y su hipotética boda."