La Edad de Oro fue un concepto comĂșn a todos los pueblos de la antigĂŒedad. Sin excepciĂłn, culturas como la egipcia, la griega, la sumeria o las mesoamericanas creyeron que existiĂł un tiempo remoto en el que el mundo estuvo gobernado por una civilizaciĂłn muy desarrollada de la que, por culpa de sucesivas catĂĄstrofes naturales, hemos perdido toda memoria.
Javier Sierra decidió poner a prueba este mito recorriendo el planeta en busca de pruebas y las ha reunido en este fascinante trabajo. Para él la alineación astronómica de los templos del antiguo Egipto, las llamadas «pistas de Nazca», e incluso la estructura interna de ciertas lenguas precolombinas obligan a tomarse en serio la existencia de ese tiempo dorado del que nos hablan los mitos.
Anonymous
3/21/2023
Sorprendentes los datos y conexiones que relata el autor, con tan abundante bibliografĂa, que es difĂcil no reflexionar sobre ellos. Muy interesante, en suma.