Viktor E. Frankl, cuya primera crisis existencial le sobreviene a una edad tan temprana como la que tenĂa Mozart cuando compuso su primer minuĂ©, fue incapaz de no dejar su impronta en el siglo XX: el siglo del replanteamiento de todos los valores, de la vertiginosa aceleraciĂłn de todos los procesos y de la decadencia de las costumbres sometidas a una constante manipulaciĂłn cotidiana.
Con una extraordinaria capacidad de percepciĂłn, Frankl dedicĂł su vida exclusivamente a un pensamiento fundamental que, antes de Ă©l, parecĂa innecesario: que la vida tiene un sentido y que dicho sentido no es una imaginaciĂłn nuestra, sino que realmente existe. Podemos, pues, aplicar a Frankl la famosa frase de Goethe: «En el principio era el sentido».
Li
6/6/2023
TenĂa curiosidad por leer algo de VĂctor Frankl por haber sido un superviviente de un campo de concentraciĂłn. Me encontrĂ© con este libro que aunque interesante por la necesidad del sentido en la vida de un ser humano, me ha parecido muy tĂ©cnico para mĂ que soy profana en temas de psicologĂa y psiquiatrĂa.