Tenemos la posibilidad de asentar rutas neuronales nuevas mediante ejercicios mentales específicos que nos lleven a la identificación de la realidad y de las personas por sus aspectos positivos, lo que puede ser decisivo para la construcción de nuestra propia experiencia vital.
Lo que sepamos ver, no sólo va a ser lo que nos abrirá, en gran medida, las puertas a unas circunstancias u otras, sino que también nos permitirá potenciar la versión más elevada de las personas, que es la que al final ellas nos van a ofrecer.
Por otro lado, nos ayudará a alcanzar un estado anímico positivo que envíe al cerebro señales de que todo va bien, en cuyo caso éste ordenará a nuestro cuerpo generar y liberar endorfinas y otras hormonas y proteínas que incluso reforzarán nuestros sistemas inmunitario y cardiovascular y prevendrán el estrés y la depresión.