El título del libro asocia dos palabras rotundas por sí mismas: ética y empresa que, a primera vista, parecen incompatibles por pertenecer a mundos diferentes. La pregunta que surge es "¿qué espacio existe para la reflexión ética en una organización cuyo denominador común es la búsqueda del lucro?" o "hablar de ética en la empresa ¿no se tratará de una etiqueta o de una estrategia de marketing?". La obra asume el desafío de encontrar un denominador común entre ambos términos. El auge de la cuestión se percibe como una necesidad en lo que se ha dado en llamar la sociedad postcapitalista.
En efecto, la ética empresaria y su correlato, la responsabilidad social, aparecen como tema central en multiplicidad de publicaciones, foros y asignaturas universitarias. Las grandes empresas han incluido el ítem en sus agendas, diversas ONG se encargan de su promoción, surgen índices de sustentabilidad e, incluso, la cuestión aparece en la mira de los reguladores. El propósito de este libro es analizar, desde la perspectiva de la ética aplicada, las exigencias de un contexto donde la sociedad y la economía requieren que las empresas asuman valores y responsabilidades respecto de los empleados, de los clientes y proveedores, de los accionistas, del medio ambiente y de la comunidad en la cual desarrollan su actividad.