Lunwerg recupera un Premio Nacional de Literatura de absoluta actualidad, que, ilustrado por Sara Herranz, cobra una fuerza arrebatadora.
"Extramuros la luna se detuvo. Más allá del camino real quedó inmóvil sobre la ciudad, encima de sus torres y murallas, dominando los prados empinados donde cada semana se alzaban las fugaces tiendas del mercado. Los recios muros revelaban ahora la trama de sus flancos, sus cuadrados remates, sus puertas blasonadas, con sus luces de pez y estopa, movidas por el aliento solemne de las ráfagas. De lejos llegaba intermitente el rumor del río, dando vida a la noche, la voz de la llanura estremecida, el opaco silencio de la tierra, de las lomas peladas y de los surcos yermos."
Así comienza Extramuros, una de las mejores novelas de la narrativa española contemporánea, Premio Nacional de Literatura en 1979 y que ha permanecido descatalogada durante muchos años.
En una España sumida en la decadencia del reinado de Felipe III, un convento de clausura aislado del exterior que sufre la miseria que asola el país, trata de sobrevivir a toda costa.
Detrás de sus muros, el misticismo se mezclará con la pasión, la mentira y la traición, y el amor prohibido entre dos mujeres será un reflejo de la crudeza de un mundo en el que la libertad no tiene espacio.
Lunwerg recupera una historia de absoluta vigencia acompañada por las ilustraciones de Sara Herranz, que ha sabido reflejar con elegancia, pasión y desgarro la historia de estas monjas olvidadas que hoy vuelven a cobrar vida.