Sidro juega en un equipo de fĂștbol de su pueblo y no para de marcar goles. De Ă©l estĂĄn pendientes los ojeadores de los mĂĄs importantes equipos de la Primera DivisiĂłn española. Se aproxima un partido crucial y Sidro quiere dar lo mejor de sĂ mismo; pero Ă©l sabe que lo que realmente le gustarĂa hacer es jugar al baloncesto y estar junto a Claudia.