Este libro es un grito de guerra contra todos aquellos discursos que buscan negar la identidad travesti, subsumiéndola en uno de los dos polos del binarismo hétero. Ser travesti, afirma la autora, nada tiene que ver con nacer en un cuerpo equivocado que es necesario intervenir para normalizar, volverlo pensable, digerible para el estómago binario de una sociedad tan biempensante como hipócrita. Este libro es también una vida que se presenta por primera vez organizada; una experiencia que se relata para dar sustento a una militancia a favor de los derechos de las travestis como grupo. Es, por lo tanto, un grito a la vez individual y colectivo. Con lengua filosa, claridad y fiereza, Marlene Wayar teje en estas páginas una exposición razonada y lúcida de lo que significa ser hoy una travesti latinoamericana: expulsadas aún niñas por la institución familiar serán migrantes todas sus vidas, marginales, prostitutas. Pero también seres de enorme encanto y belleza, inteligentes, atractivas, seductoras. Como todas, todos, todes: son lo que son. Y este libro, por primera vez, les da el lugar que merecen.