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Como afirma la propia autora, los poemas que componen este volumen son todo lo que le gustarĂa que permaneciese de lo que quisiera considerar una primera etapa: «Hainuwele siempre ha sido, para mĂ,el libro mĂĄs querido y el Ășnico del que nunca me arrepentĂ de haber escrito. Es Ă©sta la razĂłn por la que aparece aquĂ completo y sin retoques». Compuesto en el verano de 1988, en su primera y mĂĄs prolongada estancia en la India, se basa en un mito de PapĂșa-Nueva Guinea: Hainuwele, enamoradadel Señor de los bosques, habrĂĄ de perderse a sĂ misma para encontrarle, ofreciĂ©ndose en sacrificio.Para Chantal Maillard, «Hainuwele se construyĂł a sĂ misma, poema a poema, como lo hacen los personajes cuando se les deja abrirse camino en la escritura. Ella es mi ĂĄlter ego mĂĄs querido. Vive en mĂ aun cuando la pierdo. Para recuperarla, me basta con percibir el olor de los helechos en los bosques europeos o el sonido de las hojas secas, olfatear el viento del norte cuando llega a la costa cargado de olores...».Los «Otros poemas» incluidos en el volumen son una selecciĂłn de poesĂas pertenecientes a los libros escritos en esa dĂ©cada de regreso a España: Poemas a mi muerte, LĂłgica borrosa y Conjuros. Del mismo modo que los dos Ășltimos libros reelaboraron fragmentos de los cuadernos FilosofĂa en los dĂas crĂticos, los cuatro poemas que cierran esta obra hacen otro tanto con Diario de BenarĂ©s. Se salvan asĂ las fronteras de los gĂ©neros, y se destacan los enlaces invisibles, las referencias que invitan al lector a reconstruir la trama en la que un poema es apenas el fragmento de una hebra.