Cuando tuve el honor de escribir el prólogo del tomo uno de Historia clínica, estaba convencido de que se trataba de un gran libro. Afortunadamente fue un éxito editorial que impulsó al querido «Doc» López Rosetti a continuar deleitándonos.
Los pacientes elegidos en este segundo tomo son seres que cambiaron el mundo: el impresionante Beethoven, el genial Leonardo da Vinci o el imprescindible Sigmund Freud; el célebre Tutankamón y el aventurero Charles Darwin; Sarmiento y la mala sangre tóxica; nuestro querido Belgrano, el «hijo de la patria», que padecía diversas enfermedades, pero también la amargura que derivó en una depresión importante. Un lugar especial tienen dos entrañables artistas populares graduados con las máximas calificaciones en la Universidad de la Calle: Discépolo y Tita Merello. Daniel cierra con un caso excepcional, el de un tal Alonso Quijano, más conocido como Don Quijote de la Mancha, hijo del talento de Miguel de Cervantes.
Todos ellos son vistos desde esta triple perspectiva biográfica, médica y psicológica, y nos acercan a estos protagonistas de la historia desde un lugar no transitado por la historiografía clásica y la medicina tradicional. Ahora sí, a disfrutar de esta nueva Historia clínica.
Felipe Pigna