Eva y Pere venden pollos al ast y huelen a fritanga de pies a cabeza. Eva no se resigna: se lava el pelo por la mañana y por la noche, se perfuma en el trabajo y pone lavadoras a diario. Intenta no abandonar sus zapatos de tacĂłn, aunque al llegar a la tienda tenga que cambiĂĄrselos por otros mĂĄs cĂłmodos, y se compra maquillaje resistente al agua, aunque de tanto sudar el rĂmel le emborrone las ojeras. Consciente de lo inĂștil de su lucha, Eva acaba acostumbrĂĄndose tanto al olor como a las renuncias: deja en casa los tacones, tira a la basura el maquillaje y parece asumir que su vida es la que es. Sin embargo, cada vez que afloran las inevitables fricciones de la rutina en pareja o cuando el esfuerzo de sacar una familia adelante le pasa factura, la incĂłmoda pregunta reaparece: Âży si su vida pudiera haber sido otra?
En La conformista, su primera novela, Alba Dedeu narra con formidable sutileza y precisiĂłn los altibajos del dĂa a dĂa, los sinsabores de la convivencia y esa angustia de baja intensidad que envuelve a Eva, como nos envuelve a todos: el vĂ©rtigo de las posibilidades aparentemente infinitas que tenemos a nuestro alcance y la incertidumbre constante de no saber si, de todas esas opciones, habremos escogido la mejor.
Macarena
3/6/2024