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La Efeba Salvaje

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Con el peculiar estilo que lo caracteriza, el humor corrosivo del que ha hecho su sello personal, y ensayando nuevos registros, Carlos VelĂĄzquez engendra su cuarto libro de relatos. Una mirada despiadada que se ve enriquecida por la madurez narrativa, producto de las mĂĄs retorcidas obsesiones.

Barbie Moreno es una chica del clima que «Se había prometido a sí misma que jamås volvería a bailar en un chiquichor a cuarenta grados afuera de un depósito de cerveza para una bola de macuarros». Tras ser removida de su cargo, emprenderå una pesquisa para desenmascarar al zar de los deportes en Multimiedos, Gómez Yonque, cuyo oscuro clan trafica con un material clandestino transportado en hieleras de unicel.

Los afanes de la Barbie nos transportan —al igual que el resto de los relatos de este volumen— a una espiral de acontecimientos que reflejan el abismo que se erige de manera insalvable entre la realidad y el anhelo. La desesperación, ese alimento del despecho, es uno de los hilos conductores de La efeba salvaje.

En los seis relatos que conforman el libro la traiciĂłn se revela como uno de los males que rigen nuestro tiempo. Un hombre adicto a la cocaĂ­na y las apuestas encuentra consuelo en una heredera rubia y decadente; Stormtrooper, mote con el que Carmela ha bautizado a su primer hijo varĂłn, se transforma en la versiĂłn encarnizada de las peores pesadillas de Rober; Alberto ha atraĂ­do al nĂșcleo de su vida a una sombra de tres metros que se le aparece por las noches ante la mirada desesperada de su prometida AĂ­da; el gordo Tony (mejor conocido como Porcel) encuentra en la desventura amorosa el Ășnico antĂ­doto efectivo contra el galopante conteo de sus triglicĂ©ridos; para sacar de la depresiĂłn que le ha ocasionado a su hija, Ed recurre a los oscuros ardides del indio Mr. Mojo Risin, resucitador de caballos.

La efeba salvaje apuntala la trayectoria de Carlos VelĂĄzquez como uno de los prosistas mĂĄs agudos, talentosos y originales de la actualidad. El ritmo y el lenguaje de sus relatos han logrado en corto tiempo la difĂ­cil tarea de labrar una voz que sĂłlo puede referenciarse por sĂ­ misma.