En mayo de 1870, Florence Ricardo, esposa de un capitĂĄn bebedor y violento, acudĂa a la consulta del doctor Gully en Malvern (Gales), en busca de una cura para su estado de nervios: estaba agotada, deprimida, ansiosa, bebĂa preocupantemente, no paraba de llorar. El doctor Gully era famoso por sus tratamientos que hoy denominarĂamos «alternativos», en especial la hidroterapia. Entre sus pacientes agradecidos se contaban Darwin, Tennyson y Carlyle. A pesar de los mĂĄs de treinta años de edad que los separaban, el mĂ©dico y su paciente iniciaron una relaciĂłn que no tardarĂa en ir mĂĄs allĂĄ de lo profesional y que, a lo largo del tiempo, pasarĂa por las mĂĄs diversas fases, siempre bajo la amenaza del escĂĄndalo.
Como en Harriet, Elizabeth Jenkins reconstruye en La historia del doctor Gully (1972) un sonado caso criminal que dejĂł perpleja a la sociedad victoriana. Con una tĂ©cnica narrativa magnĂficamente astuta, al servicio de una compleja trama con muchos e inesperados giros, la autora se las ingenia en todo momento para desbaratar las expectativas del lector y llevarlo de uno a otro extremo de la identificaciĂłn con los personajes. PsicolĂłgica-mente brillante, socialmente revulsiva, esta historia de amor, manipulacio-nes y traiciĂłn es una novela tan lĂșcida como intrigante.