Kropotkin, mĂĄs que un activista, fue un teĂłrico profundamente influenciado por la herencia de Bakunin. Su legado ideolĂłgico tiene dos vertientes principales: por una parte estĂĄ el establecimiento de las directrices econĂłmicas concretas de la revoluciĂłn anarquista y, por otra, la actitud prĂĄctica y Ă©tica que se debe adoptar, tanto antes como durante la propia revoluciĂłn, ante los asalariados y el conjunto de los ciudadanos. Su esfuerzo se concentrĂł en establecer la relaciĂłn lĂłgica profunda entre la filosofĂa moderna, las ciencias naturales y el anarquismo mediante el estudio de las tendencias que se manifiestan en la sociedad y su posible evoluciĂłn. Esta base cientĂfica le permite proponer una Ă©tica anarquista. Kropotkin entiende el anarquismo como la Ășnica forma de comunismo acorde con las sociedades desarrolladas, describiendo cĂłmo puede organizarse una gran ciudad, de acuerdo a los postulados de esta teorĂa, dentro de un proceso revolucionario. Sus aportaciones se centran en la crĂtica al capitalismo, los principios del anarcocomunismo, la fidelidad al sindicalismo de acciĂłn directa y la moral anarquista.