Un clĂĄsico moderno de la novela negra italiana. Una nueva traducciĂłn de una obra maestra del giallo.
«Que se trata de una novela inteligente y hĂĄbil, y que estĂĄ construida con destreza e ingenio del mismo modo que se edifica una casa o se traza un jardĂn, no cabe ninguna duda».
Natalia Ginzburg
Un dĂa de 1972 al despertar, la ciudad de TurĂn se vio obligada a reconocer algo que podĂa alterar su legendaria respetabilidad. De pronto tuvo que tomar conciencia de que se habĂa convertido, como Los Ăngeles, en un fascinante escenario de crĂmenes y pesquisas policiales. En otras palabras: acababa de publicarse La mujer del domingo, donde, rodeado por la hipocresĂa, la vanidad y la chĂĄchara que animaban el mundo de la alta burguesĂa piamontesa, el inspector Santamaria investigaba un crimen entre magnates con una doble vida y damas atractivas y esnobs.
Entre las obras de Fruttero & Lucentini âdesprejuiciados, visionarios, «dos Watson sin Sherlock Holmes», como gustaban definirse, y una de las voces mĂĄs originales de la literatura italiana del siglo XXâ, esta es la primera y sin duda la mĂĄs popular, apasionante y entretenida, algo que demuestra su Ă©xito meteĂłrico. Pero hay mĂĄs. Se la puede considerar la progenitora de un gĂ©nero literario, un ejemplo de narraciĂłn noblemente legible, que disimula su complejidad, pero no oculta su fina ironĂa, la elegancia de la trama y su sabidurĂa psicolĂłgica.
«Mientras la leĂa, me sorprendĂa tener en mis manos una novela de la que me costaba separarme. Al salir de casa, tuve que luchar contra la tentaciĂłn de llevĂĄrmela conmigo y seguir leyĂ©ndola mientras paseaba por la ciudad. Ahora estamos tan poco acostumbrados a esa sensaciĂłn que experimentarla nos hace reĂr de asombro».
Natalia Ginzburg