La imaginación, la rebeldía y una bella atmósfera onírica tiñen esta historia de Ana María Matute, cuya protagonista es una niña que se siente incomprendida por su familia y decide lanzarse a la aventura.
La oveja negra es la historia de una niña enamorada del bosque y a la que su familia considera mala porque no es obediente como sus hermanos. Un buen día, después de caer enferma, huye de su casa con dos muchachos negros, que son Caín y Abel, y emprende un viaje para buscar a Tombuctú, un muñeco de trapo de colores que su perro había destrozado antes de morir. En este viaje entrará en un mundo de teatros falsos, gitanos, chabolas y soldados, un mundo de sueño que recoge la verdadera realidad.