La rabia de amar es una historia de amor, o mejor, es una historia sobre el amor, la culminación de una promesa personal.
Me prometí escribir sobre la vida, sobre cómo nos sentimos ante determinadas circunstancias y sobre cómo reaccionamos ante las mismas. La historia resulta de mi propia biografía, así como de otras tantas que he tenido la oportunidad de conocer con el fin de buscar patrones que nos caractericen. No en vano, pronto se descubre que se cuentan hasta cuatro historias principales: la del narrador, las de los dos protagonistas y la de un diario, cuyas páginas aparecen intercaladas entre las demás.
El relato comienza con la advertencia de un extraño personaje, la del narrador, avisándonos de que su naturaleza es completamente diferente a la nuestra. Es un ser inmaterial, pero capaz de materializarse en nuestro mundo para llevar a cabo una serie de misiones que le han sido encomendadas.
Él se vale de esos momentos en los que "aparece" para escribir la que nos dice es su propia historia, la que le llevó a estar donde está y a hacer lo que hace. La historia de Roma y de Telmah.
Roma es un joven enamoradizo, idealista y melodramático, que pasa por una etapa reflexiva después de la ruptura con la que creía que era la mujer de su vida. Telmah aparece como una chica atormentada por las preguntas que se hace sobre la autenticidad de las cosas. Su madre ha muerto y su padre parece no guardarle el luto que merece. Hastiada de la vida, ha perdido la fe. El amor, para ella, no tiene sentido.