Esta es la apasionante historia de una mujer cuyos tejidos han salvado la vida a millones de personas en todo el mundo
Se llamaba Henrietta Lacks. Era una campesina cuyas cĂ©lulas, que fueron tomadas sin su conocimiento, siguen vivas a pesar de que ella lleva muerta mĂĄs de setenta años y se han convertido en una de las herramientas mĂĄs importantes de la medicina: fueron vitales para el desarrollo de la vacuna contra la polio, desvelaron secretos sobre el cĂĄncer o los virus, ayudaron a realizar importantes avances como la fertilizaciĂłn in vitro o la clonaciĂłn y han sido compradas y vendidas por laboratorios de todo el mundo, generando grandes beneficios econĂłmicos a la industria farmacĂ©utica. Sin embargo, su familia, que no puede permitirse pagar un seguro mĂ©dico, viviĂł cincuenta años sin conocer la historia de Henrietta, y todavĂa hoy lucha por defender el legado de su madre y abuela.