Cuando alguien dice "interfaz" todos piensan en una pantalla interactiva, un teclado o un joystick. Ésa es la "interfaz de usuario", el lugar donde los humanos interactúan con los dispositivos digitales. Pero si ampliamos esta idea -la interfaz como el lugar de la interacción- no tardaremos en descubrir un mundo de relaciones, hibridaciones, competencias y cooperaciones que marcan el ritmo de la evolución del gran sistema tecnológico.
Las leyes de la interfaz lleva la idea de "interfaz" mucho más allá de lo digital y la convierte en un concepto fundamental no solo para entender sino, sobre todo, para transformar el mundo que nos rodea. La escuela, los partidos políticos o las universidades son interfaces que están en crisis y deben ser urgentemente rediseñadas.