De no haber existido Mitsuyo Maedas, con Ă©nfasis en el plural Maedas, el Jiu-Jitsu probablemente habrĂa caĂdo en el olvido en el transcurso del siglo XX. Debemos la supervivencia de los valiosos y Ășnicos conocimientos de este arte marcial a numerosos maestros que abandonaron su JapĂłn natal a una edad temprana en torno al cambio de siglo, antes que a un futuro incierto en Occidente.
Todos ellos emprendieron un arduo viaje, bien para dejar atrĂĄs un JapĂłn que cambiaba rĂĄpidamente tras la RestauraciĂłn Meiji en 1868 y crear mejores perspectivas para sus vidas futuras, o bien porque, como Maeda, habĂan sido enviados al mundo por sus maestros expresamente para difundir el "arte suave". Esta es mi historia del Jiu-Jitsu que vino de JapĂłn, a Europa, y a Brasil, para luego extenderse por todo el mundo.
-Franco Vacirca GarcĂa