«Era, sencillamente, que la consideraba una gran artista. Tan buena como Flaubert.» Este juicio de Truman Capote quizĂĄ no ilustre tanto las virtudes narrativas de Willa Cather como su gran influencia en la literatura norteamericana del siglo XX. En este volumen se reĂșnen todos los libros de cuentos que la autora publicĂł o proyectĂł en vida: son, en total, dieciocho piezas que, de 1905 hasta 1947, el año de su muerte, cubren la evoluciĂłn en el gĂ©nero del cuento y la nouvelle de una escritora dispar, con una sensibilidad excepcional para plasmar los efectos del paso del tiempo y del cambio de espacio en la vida de unos personajes comĂșnmente desarraigados, o bien rebeldes a un arraigo que confina sus deseos y sueños.
La nostalgia no es aquĂ un sentimiento simple ni una pura especulaciĂłn romĂĄntica: los trabajadores de las ciudades pueden añorar los campos abiertos, pero en el condado de Red Willow en Nebraska una mujer sabe que su vida estĂĄ incompleta si no puede asistir a una matinĂ©e de Wagner. Si a algunos personajes la belleza les parece indisociable de «cierta dosis de artificiosidad», para otros el idealismo no es mĂĄs que «esa difusa e inĂștil respuesta a las insondables preguntas de la vida». Naturaleza y arte, campo y ciudad, pasado y presente configuran las fracturas que dividen a los hĂ©roes y heroĂnas de estas narraciones, siempre en torno a una pĂ©rdida, y a la sensaciĂłn de quien se halla «lejos de su propio mundo e incapaz de volver al nuestro».