«El aspecto mĂĄs precioso de la vida es su incertidumbre». A partir de estas palabras de un monje budista del siglo XIV, Donald Keene, una de las mayores autoridades en Occidente sobre cultura japonesa, ofrece una elegante y sutil aproximaciĂłn a la literatura de la era premoderna del imperio del Sol Naciente. Este delicioso ensayo acerca al lector a su poesĂa, su narrativa y su teatro, desde las que para Keene son las cuatro principales caracterĂsticas del concepto nipĂłn de belleza: irregularidad, simplicidad, caducidad y sugestiĂłn.
Cada capĂtulo propone ademĂĄs brillantes reflexiones que nos iluminan sobre aquellos elementos culturales que, herederos de una tradiciĂłn milenaria, se han conservado casi intactos hasta nuestros dĂas. AsĂ, descubriremos por ejemplo que la reducida extensiĂłn de sus poemas era originalmente casi una necesidad, por quĂ© en el kabuki los actores representan tambiĂ©n los personajes femeninos, la razĂłn por la que los mĂĄs exquisitos templos estĂĄn construidos en madera, la preferencia por la cerĂĄmica imperfecta o el desbordante entusiasmo de todo un pueblo por la efĂmera y delicada flor del cerezo.