El gran regreso de Mario Mendoza a la ficción después de cinco años.
AdĂĄn Santana, un novelista con el cuerpo desbaratado y maltrecho por varios accidentes sucesivos, con un precario estado mental, que menguĂł sus fuerzas y su espĂritu, sobreviviĂł como pudo al encierro de la pandemia y ahora es un nĂĄufrago inmĂłvil. La humanidad no cambiĂł un ĂĄpice tras la prueba extrema que experimentĂł y Ă©l, en medio de ese caos, no sabe cĂłmo retomar el rumbo, si es que aĂșn existe alguno, despuĂ©s de todo lo que ha pasado.
De manera misteriosa comienzan a llegarle señales de que debe volver al corazĂłn oscuro de la ciudad que ha alimentado sus obras. La intempestiva apariciĂłn de un viejo amigo, un bohemio mĂșsico de jazz, lo pone en marcha al recomendarlo con una joven artista que recordĂł en terapia, por medio de la hipnosis, su propĂłsito al conectarse con sus vidas pasadas.
Al abismarse de nuevo, el escritor descubre que la realidad pierde su forma y que lo que cree sĂłlido se desvanece. Sumergido en el KairĂłs, el tiempo sagrado, su cordura y templanza serĂĄn puestas a prueba por militares que experimentaron el horror, creyentes que esperan con fervor al nuevo Avatar, guerreros espirituales forjados tras las rejas de la cĂĄrcel, sĂĄdicos torturadores profesionales, vĂctimas escaldadas por un dolor que las consume y alimenta un odio atroz.
ComprenderĂĄ que "sin muerte no hay renacimiento", que "si no hay un final no podremos tener un nuevo comienzo" y que al dejar "esa pose de escritor pulcro y cuidadoso, que calcula cada paso que da como si temiera hundirse en el abismo. Cuando quizĂĄs de lo que se trataba era, justamente, de dejarse caer en el vacĂo y de disfrutar el viaje por el precipicio".