El testamento era muy claro: la granja de la playa de Betangera no pertenecerĂa nunca a Jenni a menos que se casara y el matrimonio durase un mĂnimo de un año. De no ser asĂ, la granja pasarĂa a manos de su primo Ronald. AsĂ que Jenni se encontraba en una difĂcil situaciĂłn; no sabĂa dĂłnde podrĂa conseguir un marido en tan poco tiempo y tampoco sabĂa si serĂa capaz de hacer algo asĂ. La llegada de William y la oferta de matrimonio que le hizo fueron una grata sorpresa. Ăl no deseaba casarse, pero no pensaba permitir que Ronald heredara la granja. William se sorprendiĂł de lo bien que lo pasaba en compañĂa de Jenni, aunque tenĂa muy claro que, en cuanto el plazo terminara, se marcharĂa de allĂ y seguirĂa con su vida. Pero, de repente, no estuvo tan seguro...
4.3
Maria
5/28/2024
Preciosa. Me encantĂł