Me has confundido:
"—¿No has pensado en casarte?
Marc frunció el ceño.
Fugazmente pasó por su mente el recuerdo de Mirla Adams.
Una tontería.
—¿Por qué le tenía tan obsesionado aquella mujer?
Era absurdo que a sus años (treinta y cinco ya cumplidos), se preocupara de una mujer determinada, cuando él tenía siempre todas las que quería.
Pero aquella chica llamada Mirla… En fin.
Ya no era una niña, ¿eh? Eso sí que no. Seguro que tenía veinticinco o veintinueve o tal vez treinta.
Un día se empeñó en ver la ficha de aquella mujer."