En las postrimerĂas del año del Señor de 1659, cuarenta mil cristianos se aglomeran en la lluviosa Plaza Mayor, en la capital de la Nueva España, para presenciar el primer auto de fe realizado en diez años por el Santo Oficio.
El pueblo sigue a los condenados de esa tarde que, en solemne procesiĂłn, se dirigen al Quemadero, donde morirĂĄn abrasados hasta convertirse en cenizas. Entre aquellos miserables destaca un hombre de grandes ideas, cuya habilidad para vencer enemigos con la pluma o la espada se harĂa legendaria: GuillĂ©n Lombardo, el Basilisco, un hombre extraordinario nacido en Irlanda que pasĂł diecisiete años en prisiĂłn por conspirar en contra del virrey y denunciar los abusos de las autoridades civiles y eclesiĂĄsticas.
Adelantado a su tiempo, el Basilisco pasó su vida entre Irlanda, la corte española y la Nueva España, donde murió por ser fiel a sus principios. Pirata, conspirador, rebelde y poeta, su vida fue una aventura. Se dedicó al estudio y la ciencia en una época oscura en la que el saber estaba prohibido.
Esta novela rescata las memorias de un personaje excepcional, «el diĂĄlogo final que don GuillĂ©n [âŠ] sostuvo en sus vĂsperas con Dios y con el ausente lector que se atreviera a orar por Ă©l, a leerlo y encontrarlo».