Tal vez sea Michael Kohlhaas la obra mĂĄs representativa de su autor, pues es en ella donde se dan cita todos los fantasmas interiores que atormentaron su breve pero fecunda existencia. Kleist, que sintiĂł el mundo como una inmensa fĂĄbrica de miseria y tribulaciĂłn, prefigura con esta narraciĂłn el mundo simbĂłlico y onĂrico de Kafka puesto que ambos autores parten del mismo aprisionamiento vital y de una intrĂnseca imposibilidad para superarlo.
Heinrich von Kleist, escarba en esta nouvelle el tejido de la existencia humana, construyendo una inquietante parĂĄbola sobre la imposibilidad de alcanzar el deseo de justicia. En el repetido y frustrado intento de M. Kohlhaas por recuperar unos caballos usurpados de forma despĂłtica y cruel por una autoridad local y reclamar justicia, Kleist nos sitĂșa en la orilla oscura de un naufragio que fue tambiĂ©n el suyo. No hay aquĂ, pues, una esperanza de liberaciĂłn o recuperaciĂłn de una identidad perdida propia del romanticismo en el que se sitĂșa cronolĂłgicamente, sino una enorme interiorizaciĂłn de la realidad precursora del expresionismo, puesto que Kleist entiende el arte de una forma hasta entonces inaudita y que aĂșn hoy nos estremece.