Se puede pensar que las mujeres de estas pĂĄginas se revelan como en un ĂĄlbum de fotos. Pero ÂĄcuidado! Cada mujer, en su urna de palabras, genera una conmociĂłn en el lector al descubrir sus esencias, sus ropajes y entornos. En esta cuidadosa galerĂa asombra el lenguaje, la sustancia estĂ©tica, el milagro poderoso de la propuesta de Juan Manuel Roca. La hondura de su poesĂa nos convence de que somos capaces hasta de âlavar el agua, / que es como lavar / la liquidez del tiempo / [âŠ] como tocar el arpa de la lluviaâ o âde coserle un botĂłn al vientoâ. Y desfilan, como reciĂ©n inventadas, Hellen Keller, la Joplin, Bettina Brentano, Sor Francisca Josefa de Castillo, Ofelia, Sherezada, Alicia. Conmueve el homenaje a MarĂa Mercedes Carranza, que âal asomarse a la ventana / encuentra que se robaron el paisajeâ.
En esta esplĂ©ndida colecciĂłn vibran otras mujeres dulces con las peores heridas del amor; algunas brujas y gitanas y aquellas que se convierten en estatuas de sal. Quiero para mĂ el olor de las mujeres de Picasso, o las de Chagall que âsiempre guardan / en estuche de violĂn sus alas de balsoâ. Hay algo subversivo en las mujeres poĂ©ticas de Roca: me dan ganas de desordenar el mundo y, como autĂ©ntica hechicera, apoderarme de âun papel de justiciera, de bienhechora y curandera, de conspiradora y no pocas veces de guĂa o sacerdotisaâ.
Lina MarĂa PĂ©rez Gaviria
El primer libro de la literatura occidental dedicado exclusivamente a biografĂas de mujeres se conoce como «De mulieribus claris o De claris mulieribus» que en latĂn significa «Acerca de las mujeres ilustres». Giovanni Boccaccio, autor del libro, escribiĂł biografĂas de mujeres histĂłricas y mĂticas. La imagen de la carĂĄtula pertenece al libro original y hace honor a los poemas dedicados a las mujeres que se reĂșnen en esta antologĂa.