La hipótesis básica de este libro es que una de las dimensiones fundamentales que permiten comprender la excepcionalidad del peronismo es la de su funcionamiento discursivo. Para clarificar lo que ocurrió en los años setenta, los autores reconstruyen el conjunto de la historia del movimiento peronista desde el punto de vista de su singularidad como discurso. La primera parte del libro estudia la progresiva producción del lugar específico del líder como enunciador político, desde la aparición del coronel Perón como figura pública hasta el golpe de 1955 que interrumpió su segunda presidencia. La singularidad de la palabra de Perón como dispositivo de enunciación permite comprender los excepcionales procesos de circulación discursiva que caracterizaron el largo período del exilio, estudiado en la segunda parte. Sobre el fondo de este horizonte, la tercera analiza, en reconocimiento, la inaceptable trampa en que se encontró encerrada la juventud peronista a partir del momento en que, con el triunfo de Cámpora, creyó haber llegado, por fin, al poder. A lo largo de ese camino, los autores cuestionan ciertos modelos de la democracia, argumentan que el análisis del discurso es parte indispensable de todo análisis político y muestran que el peronismo no puede entenderse simplemente como una ideología.
Es un análisis crítico y polémico con motivo de la primera edición del libro (1986), agotada desde hace mucho tiempo, Tulio Halperin Donghi saludó “la obsesiva, casi maníaca voluntad de precisión [a la que] debemos este deslumbrador examen, que logra hacer del discurso peronista un espejo tan fiel como relevador de un fenómeno político que marcó con un sello poderoso cuarenta años de historia argentina”.