En un mundo en donde se afirma que esta realidad es lo único que existe y que no hay forma de modificarla, en un mundo bajo el poder de lo material, de lo palpable, de lo concreto, Jon Fosse nos recuerda lo que nos une de forma indisoluble con lo invisible. Porque ¿dónde quedó nuestro vínculo con el amor, que crea la alianza más poderosa con lo sagrado? ¿Dónde la lengua que algún día aprendimos para hablar con los animales? ¿Dónde los ángeles que durante siglos nos visitaron para poner en nuestros ojos visiones delicadas y un misterioso regalo en nuestro vientre, que está a punto de nacer a cada instante? ¿Dónde nuestro andar por el mundo, sabiendo que todo es parte de un alfabeto divino que hace tiempo hemos olvidado cómo leer?
Jon Fosse, con la delicadeza de la luz, con la violencia de la nieve sobre las tormentas del mar oscuro, nos responde en sus últimos poemas: todo lo que hemos perdido, todo lo que hemos olvidado, está dentro de nosotros, en estas palabras, resguardado, protegido, indestructible. Abrid este libro y recordad: lo invisible y sus dioses, y sus enseñanzas, intempestivas, intemporales, invulnerables, volverán a aparecer ante vuestros ojos.