A Elena la asesinaron mientras hacĂa footing uni neblinosa mañana de Cambridge. DejĂł un vacĂo entre quienes la conocĂan âtodos deseaban lo mejor para ellaâ y su muerte se convirtiĂł en un engorro para las autoridades acadĂ©micas, que ademĂĄs estaban en pĂ©simas relaciones con la policĂa local. El recurso a Scotland Yard era inevitable, y con Ă©l, la presencia del inspector Lynley y la sargento Havers. Ambos, en su investigaciĂłn, se topan con las mĂșltiples sombras de la personalidad de Elena, la equĂvoca relaciĂłn que mantenĂa con sus amigos y con sus fugaces amantes, las corrientes subterrĂĄneas que no llegaban a alterer la calma superficie de la respetable y añeja instituciĂłn.
Por el bien de Elena estĂĄ llamada a poner de relieve la categorĂa que Elizabeth George muestra en sus novelas. La intensa descripciĂłn de caracteres, la vĂvida radiografĂa de la vida universitaria y la emociĂłn de la intriga lo hacen inevitable.
Amparo
2/19/2024
excesiva descripciĂłn geogrĂĄfica. psicologĂa d personajes poco trabajada