¡Porque no eres como todos!:
"—Adiós, pequeña. No sabes cuánto agradezco que te haya sido desagradable.
Marta se mordió los labios hasta casi hacerse sangre.
—Oiga…
Volvió a apretar la boca.
—¿Decías?
En vez de responder le dio la espalda.
Jeff silbó despreocupadamente, perdiéndose ante sus ojos.No pudo contener la lágrima que le enturbió los ojos. ¿Sería posible que aquel hombre tuviera la virtud de descomponerla de semejante forma? No podría resistirlo un momento más y lo peor era que… ¡Dios santo, si continuaba a su lado un momento más se vería obligada a tirarse al mar para no aparecer jamás."