Las historias más poderosas son las que aún no se han contado.
Quizá te hayan contado que hace mucho, mucho tiempo, en la Prehistoria, todo estaba dominado por hombres que cazaban y peleaban. Quizá te hayan dicho que esos hombres fueron los únicos responsables de las pinturas rupestres, los que curaban y los que guerreaban. Pero, quizá, eso no sea así…
Porque en la Prehistoria, también hubo mujeres, niños y niñas. ¡Vaya si los hubo! Y ellos también fueron fundamentales. Esas mujeres fueron guerreras, cazadoras, curanderas, recolectoras, tejedoras… Y los niños fueron eso, niños, y, como tales, fueron amados y cuidados.
Este libro, te llevará a descubrir estas historias olvidadas y silenciadas. Porque entender nuestro pasado es la clave para empoderar a las futuras generaciones.