En nuestro tiempo, los afanes cotidianos y la búsqueda de bienes inmediatos suelen desviarnos de la reflexión. De este modo, se abre camino el prejuicio de que la reflexión constituye una fuga de la realidad.
Sin embargo, es bien cierto que, solo gracias a nuestra capacidad de reflexión, podemos considerar las cosas y los acontecimientos y podemos, en definitiva, deliberar y actuar. Por ello, no hay nada más importante y urgente, en la actualidad, que desarrollar esta competencia entre los jóvenes empezando desde edades muy tempranas. El presente libro, muestra cuál es el fundamento del acto de reflexionar, estudia cómo la reflexión se entrecruza con la experiencia y con la actividad formativa, arroja luz sobre sus condiciones y modalidades de ejercicio, y relaciona esta operación mental con otras que realiza el cerebro humano cuando piensa.
En la parte segunda, de aplicaciones prácticas, presenta y detalla tres ejemplos: el primero, en torno a la percepción y el control del cuerpo y del movimiento; el segundo, aplicando la reflexión a la comprensión y gestión de los conflictos; y el tercero, analizando reflexivamente algunas obras clásicas.
A través de los ejercicios propuestos, se demuestra cómo los principios teóricos se traducen en una serie de actividades concretas, que se pueden aplicar, con mucho aprovechamiento, en el entorno didáctico.