Las convulsas relaciones entre el Rif y el poder central de Marruecos atraviesan una larga historia de conflictos y odios seculares, de violentas represiones y rebeliones que comenzaron con la ocupaciĂłn española y francesa y continuaron tras la independencia. El 28 de octubre de 2016, diecisiete años despuĂ©s de la llegada al trono de Mohamed VI, los rifeños salieron de nuevo a la calle indignados por la atroz muerte de MojcĂn Fikri. Este joven vendedor de pescado de la ciudad de Alhucemas morĂa aplastado dentro de un camiĂłn de basura, en un acto desesperado por impedir que su mercancĂa le fuera confiscada por la policĂa. Desde entonces, el movimiento de contestaciĂłn rifeño âHirakâ no ha cesado en sus protestas y movilizaciones. Una de sus cabezas visibles, Naser Zafzafi, un desempleado de 39 años, dio voz a la denuncia de un Gobierno regional tĂtere del MajzĂ©n âel rĂ©gimen polĂtico marroquĂâ, de la corrupciĂłn y clientelismo polĂtico y administrativo, de los constantes abusos de las autoridades, de la pobreza y marginalizaciĂłn crĂłnica que sufre el Rif. Su detenciĂłn, como la de otros miembros del Hirak, no ha conseguido poner fin a un movimiento de contestaciĂłn que trata de encauzar sus reivindicaciones en un programa polĂtico. David Alvarado nos brinda un muy oportuno anĂĄlisis del Hirak y de la situaciĂłn de la regiĂłn, conectando su presente con la historia singular de ese Rif que todavĂa hoy fascina y atemoriza, y que guarda una memoria viva de la epopeya de Abdelkrim y de la resistencia a la colonizaciĂłn. El sentimiento de abandono y agravio no han cesado de crecer durante todos estos años entre los rifeños, como tampoco la emergencia de una conciencia colectiva, de una naciĂłn en ciernes.