Humor, salud mental, telepatía y una mudanza, ¿qué podría salir mal?
Si te deja tu novio, tu trabajo es un desastre y todavía sigues viviendo con tus padres…, ¿cómo pagas el psicólogo, con tarjeta o efectivo?
Ava, con todos estos problemillas, no está en su mejor momento: normal. Además, desde hace poco y solo durante una hora al día, puede escuchar los pensamientos de la gente: no tan normal. Pero, oye… ¡Qué buena noticia! Así seguro que podrá conseguir todo lo que quiera… A no ser que su superpoder (¿¡superdesgracia!?) empiece a ocasionar más problemas que soluciones…
¿Podrá Ava descubrir qué está pasando en su cabeza mientras intenta gestionar sus dramitas (ah, y una mudanza)?