Cuando la realidad abruma y la existencia pesa, a la vez que la ilusiĂłn crece y el amor arremete, aparecen las palabras. Apareciste vos, Marina, y se manifestĂł el ser tan apasionado como inconformista que me obstinaba en reprimir.
Me enamorĂŠ y escribĂ. Cartas de amor y confesiones descarnadas, que confluyen siempre en el mismo lugar: vos.