Tras los tiempos de lucha, llegaron los tiempos de cambio, pero no siempre fueron tiempos mejores.
Antonio Romero âalias «DĂ©dalus» cuando en 1968 militaba en una cĂ©dula de señoritos del partido comunista en una poblaciĂłn andaluzaâ trabaja en 1988 como decoradora en Madrid, pero no por ello ha decidido tirar la toalla y convertirse en una reprimida, como el subdirector general de la promociĂłn de la tecnologĂa, Enrique Muñoz, la Queta o Doña Patro, para las amigas y, en 1968, alias «Daniel». Entre el Enrique de la fotografĂa en el verano de 68 y el actual se han colado, ademĂĄs de los años, la hipocresĂa, el abandono, el dinero. Entre el Antonio de la foto y la Maridiscordia de hoy sĂłlo han pasado los años; permanecen la vitalidad y las ganas de no dejarse avasallar por nadie ni por nada.