Joshua Raven estaba dedicado en cuerpo y alma a su trabajo, y estaba a punto de ver cumplida la fusión de sus sueños. ¡Solo tenía que conquistar a la señorita Isaac rápidamente! Para ser algo tan sencillo de hacer y tratándose de un hombre que se consideraba incapaz de preocuparse por nadie, Joshua se sintió sorprendentemente conmovido ante la confianza que Wendy depositó en él.
Su conciencia lo atormentaba porque ella parecía estarse enamorando perdidamente. ¿Qué pasaría si se llegaba a enterar de que su inminente matrimonio tenía más que ver con la sala de juntas que con la alcoba?