Para el viajero, esta sección del trayecto por la Rusia europea suele ir acompañada de la emoción del camino que queda por delante. Cuenta con tres rutas principales y su densidad de población es relativamente alta. Una, vira al noreste, por Yaroslavl; otra (utilizada por el emblemático tren Ural 16) va al suroeste, pasando por la multicultural Kazán. La más habitual de las tres atraviesa la antigua población de Vladimir y luego, a la altura de Nizhni Novgorod, cruza el Volga –un punto geográfico destacado de este tramo– para continuar hacia Perm, que cuenta con varios atractivos culturales y brinda acceso al antiguo campo de prisioneros Perm-36. Después, se pasa por Kungur, entre ondulantes colinas, con una espectacular cueva de hielo, y finalmente traquetea hacia Ekaterimburgo, ya al otro lado de la frontera entre Europa y Asia. Hay que tener presente que, si se planea parar en las poblaciones del Anillo Dorado, solo vale la pena reservar un compartimento con cama a partir de Nizhni Novgorod.
• Teleférico: Disfrutar de unas vistas espectaculares sobre el Volga en Nizhni Novgorod.
• Suzdal: Deambular entre bucólica belleza con el tañido de las campanas en la distancia.
• Iglesia de la Intercesión en el Río Nerl: Admirar la asombrosa simplicidad de esta diminuta e inmaculadiglesia en Bogolyubovo.
• Kremlin de Kazán: Explorar el corazón histórico de la dinámica capital de Tartaristán.
• Mapas.
• Transporte.
Incluye: VladImir, Suzdal, Nizhni Novgorod, Perm, Kungur.