A los españoles emigrados se nos exigió lo mismo que a todos los demás extranjeros. Retenidos en el país, de buen grado o por la fuerza, los que no supimos, o no pudimos, o no quisimos disimular nuestra crítica…, fuimos castigados al primer síntoma de «insatisfacción de la vida soviética».
SOBRE EL AUTOR
Francisco Ramos Molins nació y vivió en Alicante hasta los 17 años. Su padre era médico y se distinguió por la prestación médica gratuita a los habitantes del barrio más deprimido de aquel entonces, «El Raval Roig». Era masón, en una época en la que serlo comportaba un honor del que pocos podían presumir. Murió a los 50 años, de un ataque al corazón, Su único hijo, Paco, tenía 19 años y ya vivía y estudiaba en Barcelona.
En 1932 Paco Ramos se afilió a las Juventudes Socialistas y acabó militando en el PSUC, Partido Socialista Unificado de Cataluña, como consecuencia de la unificación de las Juventudes Socialista y Comunista, en la que participó activamente.