El asesino en serie dentro del género de terror trasciende la propia realidad del criminal para convertirse en receptáculo de un conjunto de procesos y transformaciones históricas de la segunda mitad del siglo XX. Por ello, el objetivo de esta obra es ofrecer al lector una nueva lectura sobre este personaje, partiendo de la idea de que no nace objetiva ni inocentemente, sino que responde a una serie de discursos y contradiscursos que tienen el propósito de transmitir una serie de ideas. Por su parte, el monstruo ha desempeñado un papel esencial a lo largo de la historia y anteriormente cumplía la función de despertar el miedo en aquellos que debían aprender a comportarse. En la actualidad, el género de terror es el que ha ensalzado al monstruo a una posición superior, hasta el punto en que casos como el de Drácula o Frankenstein se han convertido en iconos de la cultura contemporánea. En el caso cinematográfico, el terror ha gozado de una mayor libertad por su consideración de popular y su conexión con lo fantástico, lo que le ha permitido abordar problemáticas de índole social o político, debido a que la censura se ha centrado fundamentalmente en el contenido violento o sexual de las películas. Este libro se centra en el asesino en serie como monstruo de terror, cuya figura cobró un gran protagonismo desde la segunda mitad del siglo XX.