Ice Star

Primera entrega de la tempestuosa historia de un amor imposible de alto voltaje. Mi relaciĂłn con Ezra fue igual que un cĂłctel de frutos secos: cuando abres la bolsa, te prometes a ti misma que te comerĂĄs Ășnicamente lo que te gusta y tirarĂĄs a la basura esos garbanzos tan duros que solo meten para rellenar. Aunque al final te sorprendes, pues acabas con todo, con lo bueno y con lo malo. Del mismo modo aceptĂ© a Ezra, un hombre que representaba cuanto yo aborrecĂ­a y que, ademĂĄs, se jactaba de ello. PasĂ© por alto las señales e hice oĂ­dos sordos a sus advertencias de que no era tan solo el tĂ­pico malote que fumaba a escondidas en el instituto, robaba en los supermercados o falsificaba las notas. Ezra hacĂ­a mucho daño a quienes Ă©l decidĂ­a, en especial a las mujeres. No le temblaba el pulso para mantener su posiciĂłn dentro de ese mundo sĂłrdido en que estaba instalado. Yo fui testigo de ello. IntentĂ© huir. Y a punto estuve de lograrlo. Sin embargo, deberĂ­a haberme alejado antes.